Historia de la Alfarería de Pereruela
La tradición alfarera, la elaboración de cazuelas de barro, es un hecho histórico, que se remonta a los orígenes del municipio de Pereruela, como se puede constatar en diversas monografías editadas al respecto.
Soy Paqui Garrote, Gerente de La Fábrica de Pereruela.
Al acabar mis estudios de Derecho en Salamanca, me hice cargo del negocio familiar que ya habían iniciado mis padres, Afelio y Eladia. Si aquellos contribuyeron a que los famosos hornos y cazuelas de Pereruela no desapareciesen, gracias a la profesionalización de los alfareros y a la distribución por toda España, en los últimos veinte años entendí que el crecimiento no sólo dependería de los cambios en el modelo de producción, también de los cambios en el modelo de comercialización.
Gracias a las nuevas tecnologías, a las redes sociales y a la confianza en mi producto, desde La Fábrica, pueblo que me vio nacer, diez días después de que se produjera el Brexit ya había reanudado las exportaciones a Reino unido, vendemos hornos para pizzas a los italianos, llaman a diario desde los Estados Unidos para que envíe cazuelas a restaurantes y he sido capaz de vender mis productos a los mismísimos chinos, a los Emiratos Árabes y a otros muchos lugares.
La tradición alfarera, la elaboración de cazuelas de barro, es un hecho histórico, que se remonta a los orígenes del municipio de Pereruela, como se puede constatar en diversas monografías editadas al respecto.
La alfarería de Pereruela era REALIZADA POR MUJERES, llamadas cacharreras, los hombres se dedicaban a cocer y a la difusión y venta de los productos.
Soy Paqui Garrote, Licenciada en Derecho y CEO de La Fábrica de Pereruela. Cacharrera en el si estuviésemos en el siglo XX y empresaria porque estamos en el siglo XXI. Espero que al acabar mi exposición entiendan por qué lo digo.